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lunes, 24 de febrero de 2014

Redes bancarias y contratación



Coincidí con el Profesor Joaquín Maudos en una Jornada organizada por el Profesor Andrés Recalde hace un par de años en la Universidad Jaime I de Castellón sobre la crisis e las cajas de ahorros. Al escuchar su intervención pude comprobar que era un destacado estudioso de nuestro sistema financiero y he seguido sus publicaciones, en particular a través del recomendable blog de cigarras y hormigas, que parece haberse ralentizado en los últimos meses.


Publicaba ayer El País Negocios una contribución titulada Reestructuración bancaria y exclusión financiera interesante por lo que apunta en la relación entre la crisis financiera, la disminución de las redes de sucursales bancarias y el riesgo de que determinadas poblaciones se vean afectadas por la exclusión financiera. El punto de partida es un Informe de FUNCAS y el dato esencial es el cierre en cinco años del 23% de las sucursales existentes y el consiguiente incremento de municipios sin una sola sucursal.

Las conclusiones de Maudos:

“En resumen, los desequilibrios acumulados en la anterior etapa de expansión han obligado al sector bancario a realizar una profunda reestructuración que conlleva un ajuste drástico en la capacidad instalada. Aunque la reducción de la red de sucursales ha empeorado la accesibilidad financiera, es un ajuste necesario para reducir costes y ganar eficiencia y para adecuar la capacidad instalada a un nuevo escenario en el que la economía española debe reducir su nivel de endeudamiento. Además, a pesar del cierre de oficinas llevado a cabo, España sigue siendo el segundo país de la eurozona con el mayor número de oficinas por habitante.

Aunque en España algo más de un millón de personas no tienen acceso a una oficina bancaria en su lugar de residencia, eso no implica necesariamente exclusión financiera, ya que hay otras formar de acceder a los servicios financieros a través de la banca por Internet o la banca telefónica. En consecuencia, además de luchar contra la exclusión social (como la pobreza, que es uno de los determinantes fundamentales de la exclusión financiera), es fundamental que la población tenga acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones para evitar su exclusión financiera”.

Más allá de la evolución de las redes bancarias, el escenario que describe Maudos apunta a la evolución de la contratación bancaria, que en relación con operaciones básicas (ingresos, transferencias, servicio de caja en general, etc.) es cada vez más y una contratación entre distantes y a través de medios electrónicos, lo que se refleja en la regulación aplicable.

Madrid, 24 de febrero de 2014